Junio nos da malas cifras. El paro se dispara en Melilla en más de 600 personas. Esta cifra se acumula al paro récord que ronda ya los 13.500 melillenses desempleados. Las cifras son objetivas y difíciles de ocultar, por muchas distracciones o manipulaciones que se ejerzan. Cifras que ponen de manifiesto unos síntomas que están poniendo en jaque nuestro futuro, que paralizan el progreso de la Ciudad y que elimina cualquier atisbo de expectativas de mejora: el inmovilismo y la incapacidad de quienes nos gobiernan. Nula capacidad de resolver los clásicos problemas como la Frontera, el Transporte… se suma a la falta de ideas, iniciativas y capacidad de innovar en nuestra Ciudad, amén del enorme recorte de las inversiones del Gobierno de España en nuestra Ciudad (Hospital nuevo paralizado, 60 profesores menos, cierres de centros de salud por las tardes, etc.).
El panorama es desalentador y tiene mucho que ver con unos dirigentes y gobernantes políticos que no han puesto sobre la mesa fórmulas para cambiar y dinamizar nuestra economía. Siempre recurren a lo mismo, parches como los Planes de Empleo que nunca deben ser el eje central de una economía sino un medida complementaria. Quienes gestionan el dinero de todos, se han convertido en una máquina de generar frustración y desesperación.
CONSECUENCIAS: estancamiento económico, desesperación y dramas familiares. 8 de cada 10 jóvenes no ve expectativas de futuro en Melilla.
RESPONSABLES: gobiernos e instituciones.
SOLUCIÓN: CAMBIO!!
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